La ventaja del superpegamento es su capacidad adhesiva, que se convierte en una desventaja cuando usa un tubo o vial repetidamente. Para facilitar el uso de este producto, se inventó una manera astuta y al mismo tiempo simple.
El uso de una aguja de una jeringa desechable facilita la adhesión del pegamento a la superficie deseada y, debido al diámetro de la salida, se simplifica la regulación de su volumen. Encontrar una aguja no es difícil, para tales fines, puede almacenarlas en una farmacia.
Cuando se usa una aguja, el pegamento fluye a través de ella y prácticamente no cae sobre la boquilla del recipiente en el que se encuentra. Después del uso, se puede tirar la aguja y cerrar la tapa, la próxima vez que se abra fácilmente.
Otra forma de extender la vida útil de la aguja para trabajar con superpegamento es sostener la parte metálica sobre el fuego antes de usarla. Cuando la calefacción debe tener cuidado, el humo del pegamento puede entrar en los ojos.